La alfombra de flores de Cangas de Onís

Preciosas alfombras son las que cada año, para la fiesta del Corpus, se extienden sobre el suelo de la Iglesia parroquial de Santa Maria de Cangas de Onís, localidad asturiana en la que el amor a las flores y a la jardinería de algunos cangüeses está a la altura del de los británicos a sus extraordinarios jardines.

Es una obra de encajes, filigranas y paciencia, en la que curas y feligresía participan con admirable dedicación, llevando las flores, distribuyendo tareas, organizando el plan general, marcando tiempos, haciendo los arreglos, individuando miles y miles de pétalos, colocando uno a uno… Un maravilla.

Estas cosas de belleza popular se ven sólo en la Iglesia. Luego se arrimarán otros, que no movieron un dedo para ayudar, y se harán la foto sobre ese sendero de flores, que fue creado únicamente para el Santísimo Sacramento, que es el que verdaderamente se lo merece y al que le corresponde que se le dé toda gloria.

En la iglesia de Cangas de Onís, eligen un tema diferente cada año. Los dos de éste son: la celebración del jubileo romano y el homenaje al papa Francisco.