En el camino primitivo de las peregrinaciones a Santiago de Compostela, con mil años (probablemente más) de profesión ininterrumpida de fe cristiana, con siglos de vida monástica a las espaldas, con una comunidad parroquial que es de lo mejor y un cura al que adoran, van los organizadores de los fastos y eliminan el nombre del titular: San Salvador.
La M ¿es la de gmail?
¡Ay, San Salvador de Cornellana, las artes de quienes quisieron desconfigurarte en el siglo XIX permanecen aún activas!
