Lo malo de los homenajes

Son el primer paso hacia el olvido.

Primero, mucha parafernalia:

Después, amustamiento, indiferencia y pena:

Hechas la fotos, no vuelven a ocuparse de la memoria del buen y ejemplar médico. Hasta que llegue el momento de hacerse, al año siguiente, otra.

Y lo que les gustan los cuadros de la luz a los animadores culturales de Vetusta.