«La fe es el gran motor de nuestra vida»
Tomás Páramo y María García de Jaime
- La Razón (8 de octubre de 2022), por Andrea Azcona
El amor, la humildad y el perdón son solo algunos de los valores que promueven en redes sociales. Junto a su ya casi familia numerosa y éxito empresarial, el jovencísimo matrimonio puede presumir de ser los «influencers del momento»
Tomás Páramo y María G. de Jaime son una de las parejas de influencers que más tirón tienen en redes sociales. No es de extrañar; además de estilo, valores, una familia envidiable y éxito empresarial, el matrimonio presume de una simpatía y cercanía de la que cada vez carece más el mundo virtual.
Entre la frivolidad y pomposidad que inunda Instagram, ambos nos reciben en su humilde oficina de Castellana donde, pasito a paso y con mucho esfuerzo, han ido construyendo su firma de ropa Himba, que pronto cumplirá un año de vida.
Entre diferentes bocetos de diseños y retales, un burro con muestras de su colección y una gran mesa en la que trabaja el equipo –entre las cuales está Lucía Páramo, hermana del protagonista y también influencer–, llama la atención un pequeño altar que preside la estantería principal: La Virgen María y el niño Jesús, con una pequeña vela encendida.
Es la muestra de la gran fe que procesa la pareja, y de la que presumen en redes sociales día a día, como «el gran motor de su vida»; es precisamente esto uno de los rasgos que más les define y diferencia entre la gran marabunta de influencers.
«A nosotros nos han educado en la fe, María y yo descubrimos que Dios nos amaba», cuenta Tomás, quien desvela que sus mayores referentes en este ámbito son el Papa Juan Pablo II y la Madre Teresa de Calcuta, «dos personas que se movieron por amor».
Es precisamente esta palabra, amor, la que se repite en innumerables ocasiones durante toda la entrevista; también lo que la pareja rezuma por los cuatro costados. Juntos suman una comunidad de casi un millón de seguidores en Instagram, gracias a los cuales innegablemente han podido desarrollar su faceta como empresarios de dicha firma de ropa y «FlipEat», una aplicación de reservas gastronómicas.
Ambas les han hecho merecedores de tomar posición en la lista Forbes de los 100 más creativos en el mundo de los negocios, y aunque disfrutan de un éxito que va en aumento, prefieren solo hablar del ahora porque el futuro «Dios dirá», aunque Tomás tiene un mantra claro: «quien se esfuerza y trabaja, recoge».
Ambos reconocen que todavía «alucinan» cuando ven su cara en las revistas, y eso que incluso han desfilado por la alfombra roja del Festival de Cine de San Sebastián al más puro estilo hollywoodense. «Es una cosa que nos sigue sorprendiendo porque todo ha sido muy rápido», dicen al unísono.
Sin duda, son la nueva generación de rostros de la prensa rosa. Ocupan titulares, espacios televisivos y portadas de revista; podríamos incluso atrevernos –salvando las distancias– a compararlos con la Isabel Preysler y Julio Iglesias del momento, desbancando también a la «jet set», aunque a ellos la comparación les divierte ya que, de puertas para adentro, reconocen que tan solo son una familia normal. «Nunca hay que perder la cabeza», dice el joven publicista.
Ahora, además, a la familia de cuatro se suma un nuevo miembro, un bebé «muy esperado», que nacerá el 29 de marzo previsiblemente. Un Tauro más al que Tomás, María, Tomy (7) y Catalina (1), esperan con ilusión; y aunque por el momento se desconoce el sexo del bebé, ambos hacen sus apuestas por separado: «Tomás prefiere niño y yo, niña», confiesa María.
Pero a sus 26 años y en este segundo trimestre de un embarazo llevadero, parece no convencerles el refrán «dos es compañía, tres son multitud», ya que «siempre hemos querido cinco»; y es que ambos vienen de familias numerosas por lo que consideran que los hermanos son un regalo: «Si podemos permitirnos ser una familia numerosa, no vamos a poner ningún tipo de reparo a que así sea», asegura Tomás, ya que para él su felicidad «se ha multiplicado por cien» gracias a la paternidad, mientras que María entiende la maternidad como «una generosidad extrema porque tu vida pasa a un segundo plano, empiezas a vivir por y para tus hijos, pero todo lo que recibes a cambio es suficiente, es un amor incondicional».
