La subasta del MoMa

El MoMA subastará obras de Picasso, Bacon y Renoir para pagar la digitalización del museo
La institución pretende obtener entre 70 y 100 millones de dólares y adquirir más NFT

IKER SEISDEDOS (El País, 15 Sep 2022)

El Museo de Arte Moderno de Nueva York sacará este otoño a subasta 29 obras de su colección y el dinero recaudado, que los intermediarios de la venta calculan entre 70 y 100 millones de dólares —al cambio actual, la misma cantidad en euros—, se destinará a la transición digital del centro de arte. El conjunto que abandona la colección estadounidense constituye una tercera parte del legado recibido a la muerte del fundador de la CBS William Paley, que dejó al museo 81 piezas de gran valor, pinturas y esculturas que incluyen nombres como Picasso y Francis Bacon.

Esos dos artistas aportan las piezas de mayor relieve de la operación; una venta en Sotheby’s, en Londres, prevista para el 14 de octubre. Del pintor malagueño saldrá al mercado una de sus guitarras cubistas, de 1919 (a partir de 20 millones). Del británico, un tríptico de pequeño formato de 1953, titulado Three Studies for Portrait of Henrietta Moraes (35 millones). En el lote también hay pinturas de Renoir, un derain de época fauvista y un lienzo de Henri Rousseau, así como esculturas de Rodin y Maillol.

La mayor parte del dinero se destinará a ahondar en la digitalización del museo, según adelantó el Wall Street Journal, tras confirmarlo con fuentes de la fundación de Paley y con el director del centro, Glenn D. Lowry. El rotativo añade que hay planes para lanzar un canal propio de streaming y de mejorar la colección de arte digital, posiblemente sumándose a la incierta revolución de los NFT, obras de arte digital que, por emplear un símil pecuniario, son a un cuadro impresionista lo que un bitcoin a una montaña de billetes de curso legal.

El MoMA es la clase de institución que marca desde su fundación en 1929 el camino que las demás acaban recorriendo, así que el gesto trasciende a la mera operación económica. Tras la pandemia, los niveles de público del MoMA no han vuelto aún a los previos al coronavirus; las visitas han caído un 40%. La covid puso a los centros ante el espejo de su digitalización. Todos se lanzaron a ofrecer exposiciones en línea, charlas por Zoom, podcasts y recorridos guiados con comisarios por streaming. Eso les permitió también darse cuenta de que no todo vale en el mundo virtual, que es lo mismo que decir que todo cuesta. De ahí que el MoMA se disponga a cambiar joyas del viejo arte tangible por la urgencia de actualizar su imagen digital.