Esos actos denominados «prometer el cargo» son suplantaciones de los que, con carácter religioso, se realizan ante un Crucifijo y una Biblia. El formato es similar, solo que sin núcleo.
Y como tratan de parecerse a los ritos religiosos, porque no hay inventiva para crear otros que sean absolutamente laicos, pues son eso: actos pseudorreligiosos.
Poner la mano sobre una página con una enumeración de artículos de lo que sea, incluidos los de la Constitución, y decir «prometo» es como ponerla sobre los estatutos de una fundación cualquiera y decir «prometo». No existe contraprestación moral alguna. Si quieren, pueden ponerla también sobre el prospecto del Ibuprofeno, porque vale lo mismo: nada.
