La Balmes

La Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) ha concedido el Premio “Boixareu Ginesta” a la Librería Balmes de Barcelona, abierta ininterrumpidamente desde 1920, hace 100 años, en el mismo local, en la planta baja de un edificio modernista sito en el número 11 de la calle Duran y Bas, en el barrio gótico de la Ciudad Condal.

La FGEE le ha otorgado este galardón, con el que distingue, desde 1995, a los libreros y librerías que fomentan la cultura literaria y contribuyen a la consolidación de la cadena del libro en sus ámbitos de actuación, porque «sus cien años de existencia demuestran tanto la perseverancia como la adaptación a nuevas épocas y técnicas para ser un referente en su ciudad».

Los orígenes de la Balmes se remontan al año 1913, en el que el sacerdote Eudald Serra i Buixó, fundador de la entidad Fomento de Piedad Catalana, creó, en consonancia con su proyecto de atender y cultivar la religiosidad popular, una biblioteca y, en 1916, una librería, en la que se vendían y desde la que se divulgaban devocionarios y cantorales religiosos.

En 1923, el padre Ignasi Casanovas, jesuita, abrió la Biblioteca Balmes, como una sección cultural más de la obra Fomento de Piedad Catalana. Vino después la Editorial Balmes, con el propósito de publicar aquellos libros de piedad, liturgia y espiritualidad, que la Librería Balmes habría de hacer llegar al público en general, no solo en Barcelona, sino también en el resto de España y en América.

Recuérdese que la Biblioteca Balmes, con más de cincuenta mil volúmenes, está especializada en Historia eclesiástica de Cataluña, en la obra filosófica de Jaume Balmes y en la del obispo Josep Torras i Bages, cuya proclama «Cataluña será cristiana o no será» ha sido, durante décadas, sostenida con denuedo por el catolicismo catalán y figura, inscrita en grandes caracteres, en un relieve escultórico de la Fachada nueva de la Abadía de Montserrat.

La Librería Balmes fue adquirida hace veinte años por una Fundación erigida para promover el estudio de la Filosofía, Teología, Historia y Ciencias Humanas, bajo la guía de los principios cristianos: la Fundación Ramón Orlandis i Despuig. El nombre le viene del padre Orlandis i Despuig, jesuita, iniciador de la asociación de fieles “Schola Cordis Iesu”, inspirador de la revista “Cristiandad” y uno de los pilares de la llamada “Escuela tomista de Barcelona”.

Y es que, cuando existe un proyecto de gran envergadura intelectual y espiritual sustentándola y dinamizándola, una librería religiosa pervive cien años y todos los que sea menester, para que, siendo fiel a sí misma y al fin para el que fue creada, no se dejen de expandir, desde ella, ideas, literatura, arte, liturgia, ensayos, piedad o catecismos, en plena identificación con la doctrina católica.

A esa perduración en el tiempo contribuirá también, con su buen hacer, el librero, del que se espera que sea interlocutor paciente y afable, que esté familiarizado con los títulos, sepa de qué van los libros que hay en las estanterías porque ha hojeado los índices, el prólogo y la conclusión; distinga las materias, haya indagado quiénes son los autores y su grado de adhesión o no al Magisterio de la Iglesia.

Un librero que entienda de Biblia, Patrística, Filosofía, Teología e Historia; conozca las inquietudes intelectuales de cada cliente habitual, para proponerle razonadamente la obra que, si acierta a presentársela de modo conveniente, acabará comprando. Un librero, en fin, que sea consciente de su alta responsabilidad como servidor de la verdad, dispensador de cultura, mediador de conciencias en búsqueda y misionero de la fe cristiana.

Jorge Juan Fernández Sangrador

La Nueva España, domingo 1 de agosto de 2021, p. 21